Deportes de invierno. ¿Cómo prevenir lesiones?.

Llegó el invierno, y con él los deportes asociados a esta época del año. ¿Qué debemos tener en cuenta para disfrutar estas actividades al máximo y sin dañar nuestro cuerpo?

Llegó el frío, y con él, los deportes asociados a esta época del año. Si pensamos en actividades típicamente invernales, no podemos dejar de lado el esquí y/o snowboard. ¿Qué es lo que caracteriza a estas actividades?. Al tratarse de deportes de deslizamiento, inevitablemente nos predisponen a posibles caídas.

 

 

Algunas de las lesiones más frecuentes en la práctica de estas actividades son las fracturas de muñeca, las fracturas de húmero, las fracturas de clavícula y la luxación del hombro, producto de las caídas. También hay otra lesión frecuente llamada “pulgar del esquiador”, una patología que se produce cuando la correa del bastón se engancha con el dedo pulgar y produce una hiper-extensión del ligamento interno del mismo.

 

Como hemos dicho anteriormente, si bien podemos tomar precauciones y estar atentos, las caídas en la nieve son difíciles de evitar. Por lo tanto, es fundamental “educarnos” al respecto. Ahora bien, ¿cómo lo hacemos?.

  • Si bien caernos es inevitable, quizás podremos elegir la manera de caer. Si esto fuera posible, es importante evitar que el peso de nuestro cuerpo recaiga sobre la mano, la muñeca o el antebrazo.
  • Cuando la caída sucediera, tratemos de adoptar la llamada “figura del ovillo”, que consiste en formar con el cuerpo una figura parecida a una rueda, de manera tal que el peso recaiga sobre una superficie mayor y se distribuya.
  • Ante una lesión en mano, muñeca, brazo, codo y/o hombro es importante inmovilizar el área comprometida y acudir de inmediato al centro de salud o asistencia más cercano para poder determinar la gravedad de la misma, y tomar las medidas necesarias.
  • Por último, conocer nuestras propias limitaciones. No querer ir más allá de lo que podemos, o de nuestra experiencia en el deporte que se esté realizando. Como ya nos indica el conocido refrán: “Más vale prevenir que curar”.

 

¡A disfrutar de esta maravillosa época del año con precaución y responsabilidad!

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