Los pies en las personas con diabetes están en riesgo de sufrir lesiones graves por consecuencia de la enfermedad. La neuropatía diabética conduce a un pie insensible, que es incapaz de protegerse de traumas menores, lesiones térmicas o roces de calzado, y así se produce eventualmente la ulceración de la piel.
Además la enfermedad arterial periférica que muchas veces acompaña a la diabetes enlentece la cicatrización de las heridas y úlceras, y otras veces, puede llevar a la isquemia del miembro y con ello a amputaciones.
Por eso es muy importante consultar con un especialista para prevenir y tratar las lesiones a tiempo en el pie diabético.